CONCENTRACIÓN 26 DE ENERO a LAS 12H.
PLAZA SANT JAUME
CONCENTRACIÓN 26 DE ENERO
A LAS 12H.
PLAZA SANT JAUME

“ TRABAJO DIGNO ES UN DERECHO Y VIVIR EN FAMILIA TAMBIÉN”
EXIGIMOS:
• La concesión de una autorización para trabajar a las personas con permiso de residencia por reagrupación familiar
• La posibilidad de inscribir como demandante de empleo en los Servicios Públicos de Empleo.
• Equiparar el derecho a la reagrupación Familiar de los menores de padres extracomunitarios con la legislación que afecta a los comunitarios (que tienen derecho a la reagrupación los hijos y las hijas hasta la edad de 21 años)

MANIFIESTO
TRABAJAR DIGNAMENTE ES UN DERECHO Y VIVIR EN FAMILIA TAMBIEN.

Trabajar de manera digna y vivir en familia son derechos reconocidos por las convenciones internacionales, por la carta de Derechos Humanos y por la Organización Internacional del Trabajo.
En Catalunya, la reagrupación familiar representa una de las principales vías de entrada de personas inmigradas: muchos cónyuges y jóvenes llegan cada año por vivir con sus familias. Estas personas, muchas en edad laboral, no pueden trabajar de manera regular porque necesitan una autorización que la legislación actual y las pegas administrativas se los impiden conseguir.
Esta irracional política de extranjería con respecto a la reagrupación familiar está provocando graves problemas a las personas y consecuencias negativas en la orden social. Muchas de estas personas reagrupadas, en no tener permiso de trabajo no pueden ejercer su derecho a trabajar o se ven abocadas a hacerlo a la economía irregular. Con el agravante, que pueden seguir programas de inserción laboral subvencionados y organizados por la administración pública, pero ni siquiera pueden ser demandantes de trabajo a través de los servicios públicos de empleo. Los obstáculos legales y administrativos impiden a estas personas a acceder a un trabajo y salarios dignos, dificultando su autonomía personal y en el caso de las mujeres agravando una situación de dependencia económica que es también personal. En estas circunstancias, muchas familias se ven obligadas a vivir con un solo salario - que en el caso de la mayoría de personas inmigradas no supera los 800 euros mensuales – y por lo tanto en condiciones de precariedad y segregación social y de vivienda Especialmente grave es, la situación que se provoca entre las personas jóvenes de menos de 18 años. Al limitar por ley la reagrupación hasta los 18 años, se fuerza a las familias a hacer este proceso en un momento de la vida de los jóvenes muy delicado. Especialmente si se han visto obligados a interrumpir los estudios en sus países de origen, tienen dificultades por continuar sus estudios a nuestro país y tampoco tienen permiso de trabajo que se los permita acceder a un trabajo digno. Hace falta recordar que si los hijos son mayores de 18 años la Ley los obliga a venir con una oferta de trabajo, independiente de la de sus padres, y a trabajar y cotizar a la Seguridad Social por poder renovar el permiso de residencia y la autorización de trabajo. Los riesgos de exclusión y marginación social que se están provocando tienen consecuencias muy negativas por los jóvenes y las pueden tener en un futuro próximo por el conjunto de la sociedad.
Por todo esto, las entidades que firman este manifiesto exigimos la adopción de las medidas legales y administrativas que permitan garantizar el derecho de todas las personas a un trabajo digno y a vivir en familia. Adoptando las siguientes medidas:
- La concesión de permiso de trabajo a las personas con permiso de residencia conseguido a través de un proceso de reagrupación familiar.
- la desaparición de las trabas burocráticas en la obtención del permiso de trabajo y en la posibilidad de acceder a los servicios públicos de empleo.
- Equiparar el derecho a la reagrupación de los menores de padres extracomunitarios con la legislación que afecta a las personas de la Unión Europea, que en estos momentos tienen derecho hasta los 21 años de edad).
- Implementar medidas dirigidas a fomentar que los hijos y hijas de las personas inmigradas continúen sus estudios. Hace falta romper con la idea que a partir de los 16 años sólo pueden optar por trabajar, igual que sus padres, en sectores de alta precariedad y bajos salarios.
- Facilitar la participación de estos jóvenes en programas de garantía social que se los pueda facilitar el acceso a la obtención del permiso de trabajo.
Las organizaciones firmantes de este manifiesto nos dirigimos a todas las fuerzas políticas por pedir-lis que estos cambios legislativos y de política de extranjería con respecto a la reagrupación familiar sean incorporados a sus programas electorales y formen parte de sus compromisos públicos ante de la ciudadanía.

Barcelona, 26 de enero de 2008.