CELEBRANDO VICTORIAS, a 35 años del Golpe Cívico Militar.
El 24 de Marzo de 1976 comenzaba la dictadura militar encabezada por una Junta, integrada por Videla, Massera y Agosti.
Cerraban así una etapa de menos de tres años, en que el pueblo argentino desarrolló una experiencia histórica de cambios y luchas, que tenían diversos actores sociales y políticos, pero que en general apuntaban a refundar una nueva republica, basada en el derecho de la nación a decidir su futuro y en el ejercicio de la democracia.
Fueron casi tres años, desde el 11 de marzo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976, en que confrontaron dos bloques con intereses irreconciliables, la gran patronal argentina, terrateniente, financiera e industrial, totalmente sometida al imperialismo y dispuesta a cometer los crímenes que hicieran falta para mantener la explotación social y la sumisión imperialista.
Por el lado del denominado campo popular, la clase obrera argentina encabezaba las luchas por una Argentina con justicia social y en camino hacia cambios estructurales que superaran la situación de opresión y dependencia subdesarrollante.
En tres años, cinco presidentes (Campora, JD Perón, Isabel Martínez de Perón Lastiri y Luder) huelgas generales, como la de julio y agosto de 1975, que derrotó al gobierno con su primer plan de ajuste impuesto por Kissinger, el FMI y un payaso de ministro: Celestino Rodrigo, batallas campales en las que la guerrilla demostró la debilidad de las fuerzas armadas, las derrotas innumerables de la corrupta burocracia sindical peronista, todo estos elementos en el marco de una militancia masiva de la clase obrera y la juventud.
Eran años de grandes derrotas de las potencias opresoras: Viet Nam, Angola, la revolución de los claveles, la muerte de Franco, Mayo del 68 en parís, Allende en Chile, El salvador y Nicaragua, el asesinato del Che Guevara, Palestina e Irán, etc.
Centenares de miles de argentinos se organizaban para luchar, algunos dispuestos a ofrecer sus vidas con las armas en la mano, otros dispuestos a ofrecer todos los días de su vida luchando con huelgas, movilizaciones y otras formas de movilización social.
Hombres y mujeres que tenían clarísimo que ponían sus vidas y las de sus familias en juego por un futuro de dignidad.
1975 marcó un antes y un después en la historia de la Argentina, las movilizaciones de centenares de miles de obreros contra la política económica impuesta por el imperialismo, demostró que el sistema jurídico-político del estado argentino estaba en situación de fallida, de quiebra. Un estado republicano que no servía para domesticar al pueblo e imponer los intereses de las clases explotadoras.
Así fue que resolvieron eliminar una generación y destruir las bases del estado construidas desde la mitad del siglo XX: los grandes servicios sociales y culturales, la investigación científica, la excelencia universitaria, la educación laica, libre y gratuita, la sanidad social, las grandes inversiones estratégicas, la legislación de trabajo y un largo etc. fueron arrasadas.
En 6 años se destruyeron la mitad de los puestos de trabajo. La deuda externa paso de 7.000 millones de dólares (una semana del PBI argentino) a 70.000 millones, que con la caída del PBI se transformo en un año de la riqueza nacional.
LA REPRESION:
La represión había comenzado con la Triple A y otras bandas paramilitares, en un accionar centralizado desde la cúpula militar y luego del Golpe desde el estado, basándose en las experiencias de Argelia y Viet Nam, asesorados directamente por Henry Kissinger (tal como el mismo lo pone negro sobre blanco en sus memorias) y contando con armamento y tecnología de los estados más represivos. El caso del Estado de Israel, que proporcionó instrumentos científicos de tortura, con los que padecieron centenares de ciudadanos de cultura judía, fue uno de los más crueles e impunes.
La represión no tuvo límites, desde la perfección del siniestro sistema de terror infinito en el tiempo, mediante la desaparición forzada de personas, el robo de bebés, la tortura que alcanzó hasta a los fetos, en el vientre de sus madres, la reducción al esclavismo y el asesinato de prisioneros que eran arrojados con vida desde aviones al mar.
Se construyó un sistema de impunidad, usando la táctica nazi de Nicht und nubel, Noche y Niebla, una represión en que el mismo estado actuaba de forma clandestina e ilegal.
La estructura represiva contó con los cobardes genocidas militares, pero los responsables políticos, morales y jurídicos fueron los empresarios y terratenientes civiles y muy especialmente la mayoría de las jerarquías eclesiásticas, la judía y la católica por delante del sequito de criminales.
No fueron pocos los empresarios que denunciaron y enviaron a la muerte a trabajadores, por el solo hecho de ser “caros” y así ahorrarse una indemnización. El saqueo de bienes, el robo de enseres, los asesinatos para apoderarse de tierras y empresas, fueron el botín sangriento de estos empresarios y jerarcas.
La dictadura acabó derrotada por las movilizaciones obreras ( huelga general del 30 de marzo de 1982) y la reacción popular ante la derrota de la justa batalla por la soberanía de las Islas Malvinas.
Durante toda la dictadura no hubo ni un solo mes en que no se hiciera una huelga o una manifestación obrera, estudiantil o por los Derechos Humanos. Pese a las condiciones de extrema represión, la lucha de las organizaciones de Derechos Humanos, encabezadas por las Madres y las Abuelas, pusieron desde 1977 a los militares contra las cuerdas. Una generación fue diezmada y anulada momentáneamente, pero la lucha continuó, en manos de una generación anterior y una posterior, Madres e Hijos plantaron cara a la barbarie y así se construyeron las victorias que hoy a 35 años podemos celebrar, con orgullo y con la rabia suficiente cómo para hacer justicia hasta que todos lo paguen, todos, ni uno solo se salvará de la justicia del pueblo.
LUCHA Y VICTORIAS
El movimiento social por los Derechos Humanos ha obtenido muchísimas victorias, pero aún quedan muchas batallas por luchar y ganar. Han sido identificados 541 centros de extermino, tortura y secuestro. Los encausados por crímenes de lesa humanidad no superan los 500. Estas cifras dan una idea de la tarea que aún queda por delante.
Me centraré en solo dos aspectos de estas victorias:
VICTORIA POLITICA Y MORAL: Los damnificados por la represión superan el millón de personas, entre las víctimas de todas las formas de represión: desapariciones, secuestros, prisioneros, exiliados internos y externos etc. Y sus parientes directos.
Todos sabemos donde están los verdugos. No se escondieron, bien al contrario, aun reivindican sus crímenes. Cualquiera de nosotros podríamos haber comprado un revolver 38 y pegarle un tiro a Videla en la Avenida Cabildo del Barrio de Belgrano.
Nadie de los centenares de miles de víctimas y damnificados por la represión ha ejercido la venganza, NADIE ha intentado tomar la justicia por su mano.
Hemos logrado OBLIGAR la injusta y corrupta Justicia argentina a meterlos en la cárcel, hemos logrado crear la figura de reclusión indefinida: saldrán de prisión cuando se esté secando la tinta del certificado de defunción. El Pueblo de la Nación Argentina ha demostrado que es superior moralmente y políticamente a sus verdugos.
EJEMPLO MUNDIAL Y JUSTICIA UNIVERSAL: Actualmente los genocidas no disfrutan de sus santuarios, ya no se puede reprimir y saquear a un pueblo y marcharse alegremente a las Islas Seychelles a disfrutar del botín y de la impunidad. La creación del recurso jurídico internacional de los Crímenes de lesa Humanidad, imprescriptibles y extraterritoriales, son el fundamento de la Justicia Universal.
El Tribunal penal Internacional, presidido por un Fiscal argentino, actúa mayoritariamente en base a la jurisprudencia argentina en materia de derechos humanos. Los crímenes de Lesa Humanidad lesionan a toda la humanidad, por ello ningún estado puede dejar de perseguirlos. La imprescriptibilidad impide que tras un periodo queden impunes y la extraterritorialidad permite la persecución de los genocidas y torturadores en todo el mundo.
Justicia Made in Argentina.
Este 24 de marzo, celebremos el resultado de una lucha imparable, pacífica, democrática y por sobre todo: JUSTA.
MEMORIA VERDAD JUSTICIA
Al Gran Pueblo Argentino, SALUD.

Diego Arcos
Barcelona, 24 de marzo de 2011.